Los microorganismos son responsables de muchos malestares para el hombre y nuestros animales domésticos, pero también son responsables del levado del pan, de la fermentación de bebidas, del sabor de determinados quesos y de la elaboración de vacunas, entre otros.
La bioquímica es parte de estos procesos.
El funcionamiento de las enzimas, la división celular, las proteínas como compuertas reguladoras y los genomas, entre otros, hacen de la vida un mundo de una diversidad incomparable.

Son entes microscópicos, algunos forman parte de otros organismos y otros son unicelulares, pero están por doquier!, no es fácil vivir con ellos... ni sin ellos =)

miércoles, 14 de julio de 2010

Jugoso o a punto? Mejor cocido.


Es muy común que nos aconsejen comer carne bien cocida, pero hay quienes la prefieren bien jugosa y otros “vuelta y vuelta”. Para gusto de algunos, el trozo de carne casi que dice “muuuu”. Es cuestión de gusto, ¿pero qué pasa cuando el gusto afecta a la salud?

No es un mito popular que el comer carne cruda traiga consecuencias para la salud. El listado de microorganismos patógenos y organismos dañinos que puedan ingresar a nuestro cuerpo mediante esta vía es bastante extenso. Partiendo por los más pequeños, como la salmonella o E. coli patógena, hasta organismos más grandes, como la tenia.


Las tenias pertenecen al filo platelminto, clase cestodos y se conocen también como “gusanos planos”. Son parásitos muy comunes y causan gran variedad de enfermedades y trastornos. Poseen una cabeza con pequeñas ventosas y ganchos que les permiten sostenerse y permanecer aferrados al tracto intestinal del huésped, posiblemente, un humano. Estos parásitos no poseen estómago, por lo que absorben los alimentos a través de su piel. Viven mientras permanecen adheridos, y están liberando huevos constantemente. Los huevos son infecciosos para el huésped y extiende el contagio a otras personas una vez expulsados del organismo.


Las dos tenias más conocidas son la tenia del ganado bovino (Taenia saginata) y la tenia del cerdo (Taenia solium). La primera puede llegar a medir hasta 6m. En los bovinos, el parásito puede albergarse en los músculos, pudiendo ser detectado a simple vista en un trozo de carne. La tenia de cerdo termina su ciclo en el ser humano, es decir, somos los huéspedes definitivos. Esta tenia puede enquistarse en el cerebro, músculos u otros órganos. El crecimiento de la tenia causa cisticercosis y puede ocasionar graves daños e incluso la muerte.

El ser humano puede infectarse no solo por comer carne cruda sino por falta de higiene, en especial cuando se tiene contacto con animales que pueden ser huéspedes intermediarios de estos parásitos.

La carne, cualquiera sea, mejor bien cocida. El calor alto en la cocción logra erradicar la posibilidad de infección, ya que éstos parásitos no sobreviven a temperaturas elevadas.

No voy a agregar una fotografía de una tenia en este post porque el parásito es realmente desagradable, pero ustedes pueden googlear, si lo desean. Sí voy a postear una fotografía de unas costillitas de cerdo como solo se prepara en Santa Fe.