Los microorganismos son responsables de muchos malestares para el hombre y nuestros animales domésticos, pero también son responsables del levado del pan, de la fermentación de bebidas, del sabor de determinados quesos y de la elaboración de vacunas, entre otros.
La bioquímica es parte de estos procesos.
El funcionamiento de las enzimas, la división celular, las proteínas como compuertas reguladoras y los genomas, entre otros, hacen de la vida un mundo de una diversidad incomparable.

Son entes microscópicos, algunos forman parte de otros organismos y otros son unicelulares, pero están por doquier!, no es fácil vivir con ellos... ni sin ellos =)

lunes, 8 de marzo de 2010

Proteínas malas

Conocemos muchos tipos de organismos y microorganismos capaces de causar daño al ser humano y otros organismos. Bacterias, hongos, virus... pero, proteínas?, bueno, no es lo más común, pero existen.

Los priones, nombre con que se conoce a este tipo de proteínas, son capaces de generar infecciones y causar la muerte del organismos que invaden. Sin embargo, éstas no poseen material genético.
Estas proteínas poseen una conformación que pueden transmitir, es decir, pueden contagiar a otras proteínas, por ejemplo, del organismo humano, para que adopten el mismo plegamiento o conformación, y éstas a su vez, inducen a otras proteínas, ocasionando una reacción en cadena y la acumulación de fibras insolubles que se pegan entre sí. La proteína logra expresarse (actuar, funcionar, por llamarle de algún modo) solo en ciertas regiones del sistema; las células del sistema nervioso parecen ser sus predilectas. Los priones generan un desorden irreversible a nivel celular sin generar respuesta del sistema inmune.

Hoy en día se conocen 9 enfermedades similares, llamadas encefalopatías espongiformes, ya que todas producen el mismo resultado, grandes vacuolas que se forman en el cerebro, siendo el aspecto final el de una esponja, de ahí su nombre. La más conocida de todas es la "enfermedad de las vacas locas", que surgió en el 87 en Inglaterra.


El contagio de algunas de las 9 variedades se produce comúnmente debido a la ingesta de carne contaminada o mal cocida. También se cree que pueden existir causas genéticas o autoinducidas, aunque se desconoce por qué razón la proteína adopta la forma prión.